Un joven pastor de un pueblo serrano de la provincia de Almería, huye tras apuñalar al alcalde de su pueblo, un miliciano al que sorprendió violando a su sobrina, y se refugió en Andorra, donde se unió a los pastores que hacían de guía de españoles que cruzaban a Francia, huyendo de la guerra civil, y después a los judíos que procedentes de Francia escapaban a la persecución nazi. Se hicieron muy ricos a base de abandonar a algunos adinerados en la nieve, atados con alambres y descalzos, quedándose con los bienes que portaban. Antonio Lao, con los años, se convirtió en el empresario más importante de Andorra, propietario de las principales concesiones de vehículos alemanes